Me quito el sombrero (bueno, literalmente no jajaja) ante el trabajo de Endika Ussia Apraiz de Dusty Road Guitars.
Le propuse un reto: hacerme un violín con una caja de puros.
Resultado: un violín estéticamente precioso y con un sonido muy peculiar y contrastivo al estar acostumbrado a la caja de resonancia clásica del violín y además tiene la ventaja de ser electroacústico.
Echad un vistazo al vídeo y me daréis la razón.
¡GRACIAS, MAESTRO!
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